En el departamento de diálisis del Hospital Augusta Victoria de Jerusalén los niños palestinos resisten al dolor del cáncer y a la insuficiencia renal con paciencia y esperanza. Para ayudar, dar consuelo y aliviar la pena de estos pequeños, los médicos no escatiman esfuerzos. IBRAHIM AL_KHATIB Coordinador del Centro de Trabajo Comunitario - Hospital Augusta Victoria “Tratamos de conciliar el tratamiento médico con acciones encaminadas a la ayuda psicológico a los chicos del Departamento de Hematología y Enfermedades Renales. Dado que está aquí, lejos de su casa y del ambiente escolar, promovemos diferentes actividades para llenar estas lagunas.” A través del dibujo, por ejemplo, los chicos consiguen exteriorizar un poco de alegría, en medio de tanto sufrimiento. Y está claro, la atmósfera navideña y la alegría del nacimiento de Jesús no podría pasar de largo. Para los niños es una sorpresa ver el hospital transformarse en una verdadera fiesta. Reciben regalos de los voluntarios de la Escuela Secundaria Femenina Surbaher, de la Asociación Cristiana de Jóvenes – YMCA y de todo el equipo. Y además de los regalos, lo más importante: Mucho amor, que ellos pagan con sonrisas. Es algo que no tiene precio. Madre de Ali abu Hassira – Gaza “Mi hijo caminaba con normalidad y, de repente, comenzó a sentir dolor en un pie. Descubrimos que había una masa en su médula espinal y que se trataba de un cáncer ya en metástasis. Ahora estamos esperando hacer más análisis para comenzar la quimioterapia.” Madre de Karam Tubbasi “La situación de mi hijo es muy difícil. Está en diálisis, pero no perdemos la esperanza y damos gracias siempre a Dios.” Read More