El nombre "Getsemaní" indica tres lugares custodiados por los franciscanos: la Gruta, el Huerto de los Olivos y la Basílica de Getsemaní, también conocida como la Basílica de las Naciones. Es aquí donde se recuerda la agonía y el arresto de Jesús la noche en que fue traicionado. Los testimonios de los primeros peregrinos cuentan cómo este lugar estaba dedicado a la oración, precisamente porque aquí el mismo Jesús rezaba al Padre. El proyecto de la Basílica, construida entre 1922 y 1924, es del arquitecto Barluzzi. En el interior, domina la roca frente al altar. Cada día acuden peregrinos de todo el mundo a venerarla. Los mosaicos a cada lado del altar representan la traición de Judas y el momento de la captura de Jesús. En el techo, los plafones de los países que han colaborado en la construcción de la Basílica. En el suelo, en cambio, aún se pueden admirar los antiguos mosaicos, restos de la iglesia bizantina, sobre la que se construyó la basílica. En esta segunda etapa de la peregrinación cuaresmal, los frailes conmemoraron la Agonía del Señor. La celebración fue presidida por Fr. Luciano Piermarco, de la Custodia de Tierra Santa, y concelebrada por numerosos sacerdotes. También estuvieron presentes muchos cristianos locales y peregrinos. En su homilía, Fr. Alessandro Coniglio ha querido subrayar “el modo en que Jesús, como Hijo, se hace servidor obediente para cumplir en todo él la voluntad salvífica del Padre”. Fr. ALESSANDRO CONIGLIO, ofm Profesor Studium Biblicum Franciscanum - Jerusalén La obediencia de Jesús en este lugar es la obediencia del Hijo. Es la obediencia de quien como Hijo se pone totalmente en las manos de su Padre. Y en este abandono en las manos del Padre, Jesús vivió el don total de sí mismo porque ofreció lo más precioso en nosotros, que es nuestra libertad, nuestra voluntad: Esta se ha convertido en objeto de ofrenda del Hijo al Padre. Y todo esto fue hecho por nosotros, para salvarnos de nuestro pecado. Esta es la grandeza del gesto realizado aquí por Jesús. Y durante este camino de Cuaresma también nosotros podemos aprender a ofrecernos y a encontrar un nuevo sentido incluso en el sufrimiento. Fr. ALESSANDRO CONIGLIO, ofm Profesor Studium Biblicum Franciscanum - Jerusalén Creo que lo más importante que Jesús nos enseña aquí es que también nosotros podemos poner nuestra voluntad, incluso en el sufrimiento, dentro de la voluntad del Padre. Ver detrás del sufrimiento que también nosotros podemos vivir el plan de amor de Dios para nosotros y para la humanidad. Al final de la celebración, Fr. Sinisa Srebrenović, guardián de la Basílica de Getsemaní, al saludar a todos los presentes, subrayó cómo la comunidad se prepara para celebrar un aniversario importante: el centenario de la construcción de la Basílica. Read More