Fundación Homo Viator: Portadores de esperanza a Tierra Santa
2024-02-13 12:29:59
Del 9 al 12 de febrero, los miembros de la Fundación Homo Viator - San Teobaldo, de la diócesis de Vicenza, peregrinaron a la Iglesia Madre de Jerusalén. El tema del viaje: "Ser artesanos de la paz en el compartir".
P. GIUSEPPE BONATO (Beppino)
Delegado para la Vida Consagrada - Diócesis de Vicenza
Porque hemos comprendido desde hace mucho tiempo que nuestras iglesias no pueden vivir sin la Iglesia de Jerusalén. Porque queremos estar con Jesús y con su comunidad, en su oración, en su sufrimiento, en su sacrificio, en su espíritu de compartir, de compasión ante las lágrimas de todos los pueblos de hoy.
Pocos días pero llenos de encuentros y de compartir. Los peregrinos, recibidos por fray Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, visitaron también el Studium Biblicum Franciscanum, para compartir las alegrías y los desafíos de este tiempo.
La Fundación Homo Viator coordina una serie de actividades, entre ellas las peregrinaciones a Tierra Santa, con un método particular tomado de la peregrina Egeria del siglo IV. Se exploran juntos textos y contextos. Por eso el Studium Biblicum es un gran aliado para su misión, donde el texto bíblico abre el contexto, y viceversa.
P. RAIMONDO SINIBALDI
Presidente de la Fundación Homo Viator - San Teobaldo
Para entender el contexto necesitamos conocer las ciencias humanas. Nos ofrecen una aportación significativa en cuanto a historia y geografía, topografía, toponimia, arqueología... De aquí la importancia del Studium Biblicum Franciscanum. Porque el Evangelio, la Palabra de Dios, debe ayudarnos a ser más humanos.
Otros momentos de intercambio fueron en Getsemaní, con fray Diego, también de la diócesis de Vicenza. Otra visita para reforzar la amistad con las religiosas doroteas de Jerusalén y Belén, y con la comunidad local, acogida en la persona del conductor Rimón, natural de Nazaret, que colabora con la fundación desde hace 20 años. Un tiempo para escuchar también las dificultades de este tiempo de guerra. Giulia, que forma parte de Acción Católica, nos cuenta que se sorprendió al no ver a ningún peregrino. Comercios cerrados y mucha desolación en el corazón de los habitantes.
GIULIA AGOSTINI
Acción Católica Italiana - Diócesis de Vicenza
Estar aquí incluso en este momento de dificultad ha sido una experiencia concreta de fraternidad y de no dejar solos a nuestros hermanos cristianos que viven un momento más de prueba en esta tierra.
Lauro, padre de familia y periodista de la diócesis, pudo compartir la lucha de los padres que piensan en el futuro de sus hijos y también el atractivo de la comunidad cristiana que necesita presencia y cercanía.
LAURO PAOLETTO
Periodista - Diócesis de Vicenza
Estaba Fray Diego Dalla Gassa, a quien conocimos, quien nos dijo: "Para alguien que sufre, saber que hay alguien cerca hace la diferencia". Y puso el ejemplo de la cruz. Cuando María está bajo la cruz con el discípulo Amado. Y esta es una gran invitación a acercarnos. En realidad no hacemos nada al venir aquí, pero estas palabras también nos han ofrecido el significado de nuestra peregrinación y también de invitar a otros a venir para estar cerca de estas personas.
El lunes antes de regresar a Italia, pudieron compartir un momento fraternal con el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén.
P. RAIMONDO SINIBALDI
Presidente de la Fundación Homo Viator - San Teobaldo
Esperamos que nuestra Fundación pueda ser realmente una ayuda, un estímulo y una oportunidad para ayudar a hombres y mujeres a emprender el camino hacia Cristo.
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A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino
San Nicolás Peregrino es un niño griego nacido en 1075, que conoció a Jesús con ocho años y al verlo recibió de él la oración de su corazón. Fue venerado como santo por los católicos y permaneció así durante aproximadamente nueve siglos. En 2023, los griegos ortodoxos de Italia lo incluyeron en su calendario litúrgico. Un santo verdaderamente ecuménico, que tiene tanto que decir a los peregrinos que hoy llegan a Jerusalén. Su vida está escrita en el libro de Mons. Natale Albino, diplomático de la Santa Sede.