Un momento de profundo diálogo pasa, a través de las cuerdas de un violín, entre un joven músico y un niño nacido hace ocho días que necesita estar todavía en una incubadora. Es un pequeño y único concierto que tiene lugar en el departamento de Neonatología del Caritas Baby Hospital de Belén, que deja a todos maravillados, escuchando en silencio.
SAMIRA AREKAT
Madre de Yousef
“La música es bellísima y es muy importante para los niños, porque su delicadeza les ayuda en el proceso de curación.”
MARTINO COLOMBO
Músico italiano
“En aquel momento allí con el niño hubo algo muy íntimo, gracias a ese niño y eso es todo. Estoy muy contento de haberlo hecho porque tengo varios amigos que han tenido que pasar por este momento en Italia y sé lo que significa: Es algo muy difícil de afrontar, y por eso estoy contento de haberlos podido ayudar aquí.”
Sor LUCIA CORRADIN
Directora de Enfermería “Caritas Baby Hospital” (Belén)
“Era interesante ver cómo la respiración de estos chicos se normalizaba: Los niños que estaban inquietos, que estaban nerviosos al principio después se relajaron y se durmieron. Recrearon en su corazón, en su mente, el vientre materno. Este volver al vientre de la madre que quiere decir volver a estar protegidos, custodiados, amados, queridos.”
Por los pasillos del hospital suenan músicas navideñas: Una mañana diferente para sus pequeños pacientes, pero también para los músicos de esta joven orquesta procedente de varios países, que en Belén han encontrado un público muy especial.
El Caritas Baby Hospital, con sus 74 camas, los departamentos de neonatología y terapia intensiva neonatal pediátrica, es todavía a día de hoy el único hospital pediátrico presente en Cisjordania. Sin distinción de procedencia o de religión, acoge desde niños prematuros hasta chicos de 14 años.
PAOLO OLMI
Director “Young Musicians European Orchestra”
"Cuando vinimos aquí por primera vez, en 2011, el arzobispo de Ravenna, al presentar esta iniciativa dijo: “Tenéis una gran responsabilidad porque vais a hacer música a Belén por Navidad, y este es el papel que en las narraciones de la Natividad tenían los ángeles”. Porque los ángeles, como leemos en el Evangelio, cantaban “Paz en la Tierra…”, nosotros tocamos: Por ello nos sentimos muy bien en este papel. Y sabemos también —lo hemos visto, lo sabíamos— que en todas las culturas nuestras canciones, nuestros villancicos, unen a las personas.”
Además la magia de la música se detiene en Effetá, la institución que en Belén se ocupa de niños sordomudos. El encuentro con los músicos se transforma enseguida en un gran juego, con los niños ocupados en “escuchar” los instrumentos musicales de una manera muy especial.
SANCHO ALMENDRAL
Músico español
“Ellos tienen su manera de oír: No tienen capacidad de oír las ondas en sus oídos, pero las ondas tiene el poder de transmitirse por todo. Por ello decimos que pueden oír con las manos. Al final he experimentado lo que hacemos con todos los niños del mundo: La inocencia y la naturalidad entre seres humanos: El problema es que no tenemos este contacto tan a menudo como deberíamos. Y este es el verdadero problema.”
Alrededor de 1.500 indios —inmigrantes y solicitantes de asilo— llegaron a Belén para celebrar el nacimiento de Jesús en la madrugada del día de Navidad.
El sonido de las campanas de la Basílica de la Natividad, los scouts y toda la ciudad de Belén dieron la bienvenida al patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, en su entrada solemne en Nochebuena.
En el primer domingo de Adviento, el custodio de Tierra Santa cruzó la puerta del muro de separación, que es testimonio silencioso de largos años de sufrimiento en la tierra donde nació el Príncipe de la Paz: Belén.