“El hermoso signo del pesebre, tan estimado por el pueblo cristiano, causa siempre asombro y admiración. La representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría. El belén, en efecto, es como un Evangelio vivo, que surge de las páginas de la Sagrada Escritura”. Así comienza la carta apostólica Admirabile Signum, del papa Francisco, sobre el significado y el valor del pesebre.
Les proponemos el primer capítulo de una “peregrinación especial” con Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, junto a los personajes testigos del nacimiento de Jesús. Nos guiarán los textos bíblicos, los datos históricos y el origen de la tradición secular.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"La palabra ‘pesebre’ es una palabra latina. Sencillamente indica el pesebre en el que María, como nos explica el evangelista Lucas, tras haber dado a luz a Jesús, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre. Por ello, es del pesebre del que ha tomado el significado la representación de la escena."
La primera evidencia histórica del pesebre se remonta a los siglos III y IV, pero el primer pesebre en el sentido moderno del término es el que realiza San Francisco de Asís en la Navidad de 1223, en la pequeña ciudad de Greccio, en Italia.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"La originalidad de San Francisco es haber hecho de alguna manera un belén viviente, en el sentido de que en la celebración participan los pastores, toda la gente y entonces, Tomás de Celano, que es su primer biógrafo, afirma que Greccio parece haberse convertido en otra Belén. De alguna manera se recrea toda la escena del nacimiento de Jesús en Belén, en esta pequeña ciudad del valle de Rieti en la región de Lacio."
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"San Francisco pidió un permiso especial para poder celebrar sobre el Pesebre, sobre el Belén. De manera que pudieran ver con sus propios ojos la escena que él había visto unos años antes cuando estuvo como peregrino aquí en Tierra Santa, y poder celebrar la Eucaristía sobre el pesebre ayudaba a los cristianos de entonces a comprender el misterio de la Encarnación y así como Jesús se hizo pequeño en la encarnación, continúa haciéndose pequeño para darse a nosotros en la Eucaristía."
Sí, es cierto. No son necesarias muchas palabras en esta “nueva Belén” enclavada en el corazón de los Apeninos del Lacio —explicó el papa Francisco en su visita a Greccio el año pasado para firmar la Carta Apostólica Admirabile Signum—. “La escena que se muestra ante nuestros ojos —subraya el papa Francisco— expresa la sabiduría que necesitamos para comprender lo esencial”.
En los relatos evangélicos de San Lucas y San Mateo encontramos a los primeros personajes.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"Los personajes principales son María, la madre de Jesús; José, el padre putativo de Jesús, aquel que lo introduce en la estirpe de David y, evidentemente, el niño Jesús que es el personaje principal. Después en la narración de San Lucas encontramos también otros personajes: Encontramos, por ejemplo, a los pastores y a los ángeles; el evangelista San Lucas explica que cuando Jesús nació, y fue colocado en el pesebre, digamos más o menos, no muy lejos de Belén, en el lugar que conocemos muy bien, Beit Sahour, campo de los pastores, los ángeles se aparecieron a los pastores que estaban velando: “Os anuncio una gran alegría; hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador”. Y añade el ángel: Este será el signo, veréis a un niño acostado en un pesebre y a su madre."
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"Y luego la otra escena en la que aparecen los coros de los ángeles y aquella en la que los ángeles comienzan a cantar: Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombre que él ama; o a los hombres de buena voluntad, según como se traduzca la palabra usada por el evangelista Lucas. Y estos son un poco los personajes que encontramos y que se mueven, podríamos decir, por el campo de los pastores y llegan hasta Belén, hasta el lugar donde María dio a luz al niño Jesús."
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"El protoevangelio de Santiago, un evangelio apócrifo, nos dirá que Jesús nació en una gruta y la tradición nos recordará que nació en una gruta, y no solo nos lo recordará, sino que nos dirá en qué gruta: La gruta que veneramos como Gruta de la Natividad."
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"Los pastores difunden la noticia, y entonces Lucas añade un detalle, que otras personas también se alegran por este nacimiento y ya nos imaginamos la escena del belén, ambientada el día de Navidad, y vemos a todos estos personajes llegando a la gruta de Jesús."
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"En una de las representaciones, tal vez la más famosa, la del belén napolitano, todo tipo de profesiones, de personas, de personajes entran y van hacia el niño Jesús. Esto no es una tontería; es una verdad profunda, una interpretación, una actualización: Habiendo escuchado el anuncio de los pastores, nosotros, independientemente de cuál sea el trabajo que hacemos, se nos invita a ir hacia la gruta, hacia el pesebre y adorar al Niño Jesús que nació por nosotros como Salvador y nos trae esta gran alegría, esta paz que solo Dios puede traernos."
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"Deseo que el niño Jesús pueda entrar en nuestras casas, como dijo el papa Francisco durante uno de sus mensajes de Navidad. Deseo que Jesús pueda ser acostado este año no en un pesebre cualquiera, sino dentro de la familia, es decir, dentro del pesebre que es el corazón de cada uno de nosotros, porque esta es la manera más auténtica de vivir la Navidad. Mis felicitaciones de Navidad para aquellos que nos siguen a través del CMC, que todos y todas consigamos acoger a ese niño y podemos convertirnos en esa cuna viviente que lo acoge y que lo comunica a los demás."
En el segundo capítulo: En la narración de san Mateo, la presencia de los Reyes Magos que traen oro, incienso y mirra al Niño Jesús. El papa Francisco devuelve a Tierra Santa un fragmento de la reliquia de la cuna del Niño Jesús conservada en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Alrededor de 1.500 indios —inmigrantes y solicitantes de asilo— llegaron a Belén para celebrar el nacimiento de Jesús en la madrugada del día de Navidad.
El sonido de las campanas de la Basílica de la Natividad, los scouts y toda la ciudad de Belén dieron la bienvenida al patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, en su entrada solemne en Nochebuena.
En el primer domingo de Adviento, el custodio de Tierra Santa cruzó la puerta del muro de separación, que es testimonio silencioso de largos años de sufrimiento en la tierra donde nació el Príncipe de la Paz: Belén.