Escondido en el barrio de Mamilla, la zona comercial de Jerusalén, el Hospicio de San Vicente de Paúl ha sido el hogar de un grupo de monjas de la congregación de las Hijas de la Caridad desde 1886. La congregación fue fundada en Francia en 1633 por San Vicente de Paúl y Luisa de Marillac: está dedicada al servicio de los enfermos y al servicio corporal y espiritual de los pobres. Sor SIMONE Superior de la Congregación de las Hijas de la Caridad "San Vicente de Paúl fue en primer lugar sacerdote y consejero del rey: iba a los pueblos, a las parroquias para celebrar la misa. Vio niños abandonados y pobres en las calles. Junto a Santa Luisa de Marillac decidió fundar una institución para cuidarlos. Poco a poco, pensó en fundar una congregación de Hermanas de la Caridad para que este servicio pudiera continuar." Siguiendo el carisma de San Vicente de Paúl, encerrado en las palabras "La caridad de Cristo nos impulsa", la Congregación se ha extendido por todo el mundo. Hoy las Hijas de la Caridad están presentes en 96 países. Cuando se fundó la comunidad en Jerusalén, las hermanas cuidaban de huérfanos, personas con dificultades sociales, sordos, mudos y niños abandonados. Con las necesidades cambiantes ha evolucionado, y hoy tiene un centro de día que acoge a unos 200 niños de 8 nacionalidades diferentes y adultos discapacitados. A pesar de las dificultades, la hermana Simone vive su fe con alegría. Sor SIMONE Superior de la Congregación de las Hijas de la Caridad "Me da alegría, te lo digo con franqueza: siempre estoy en paz, a pesar de los momentos difíciles que obviamente existen. Nos entregamos a Dios." Read More