Es difícil imaginar la Navidad en un país que ha sufrido y todavía sufre tanto: Iraq. Primero a causa de la persecución del Estado Islámico, ahora por las protestas contra el gobierno. Pero del polvo de la Llanura de Nínive llegan imágenes de esperanza.
Mons. YOUHANNA BOUTROS MOSHE
Arzobispo siro-católico de Mosul
“Con mucho gusto querría darles una hermosa noticia. En la ciudad de Mosul, golpeada por la guerra, con iglesias destruidas, casas destruidas, tanto de cristianos como de musulmanes, en esta ciudad destruida el pasado 7 de diciembre reabrimos una nueva iglesia.”
Regresar, reconstruir, reparar las heridas. Antes de la llegada del DAESH, en Qaraqosh vivían caso 50.000 personas. Hoy, como nos explica el arzobispo siro-católico, son poco más de 5.000 las familias que han regresado. Las dificultades son todavía muchas.
Mons. YOUHANNA BOUTROS MOSHE
Arzobispo siro-católico de Mosul
“Debido a la difícil situación política las familias han decidido abandonar el país —una vez más— porque han perdido la confianza en la reconstrucción. Por ello hemos asistido en los últimos días a la emigración de diferentes familias que están dejando Iraq. En los últimos tiempos 50 familias han emigrado ya. Y esto es algo muy triste para nosotros, y también peligroso. Esperamos que la situación cambie y mejore y que las familias decidan volver.”
FIRAS TAMAS
Cristiano de Qaraqosh
“Nosotros no pensábamos dejar el país, pero debido a la situación que afecta a Iraq y a la falta de atención al país por parte del gobierno, aunque la situación política de Qaraqosh es tranquila, pensamos en nuestros hijos, en su futuro, cómo crecerán, dónde estudiarán, qué harán. Entonces empecé a pensar que si continúa la situación en el país así nos tocará dejarlo para construir un nuevo futuro mejor para nuestros hijos.”
Una Navidad de absoluta sobriedad es lo que la comunidad cristiana está a punto de vivir. Sin decoraciones navideñas por las calles ni manifestaciones públicas, pero sí la alegría en los corazones esperando al Salvador.
Mons. YOUHANNA BOUTROS MOSHE
Arzobispo siro-católico de Mosul
“El país se enfrenta ahora a una situación muy especial, triste. Nosotros como cristianos hemos decidido quitar las decoraciones, manifestaciones exteriores, y vivir la alegría en el corazón, en la espiritualidad que nos pertenece como cristianos. Esto para mostrar en Iraq que formamos parte de ella, que compartimos el mismo sufrimiento de aquellos que protestan en el sur y en el centro porque a nosotros también nos tocó sufrir cuando éramos refugiados en Kurdistán.”
Un llamamiento de esta tierra atormentada que todavía necesita oración y ayuda material.
FIRAS TAMAS
Cristiano de Qaraqosh
“La Iglesia hace todo lo posible y continúa haciéndolo para ayudarnos a quedarnos y no dejar el país, por lo que nos ofrece la seguridad para quedarnos y esperamos que esta Navidad todo cambie, que la alegría de la venida de Jesús cambie la situación y que haya paz en toda la tierra, especialmente en Iraq.”
FELICES FIESTAS Y FELIZ NAVIDAD
Alrededor de 1.500 indios —inmigrantes y solicitantes de asilo— llegaron a Belén para celebrar el nacimiento de Jesús en la madrugada del día de Navidad.
El sonido de las campanas de la Basílica de la Natividad, los scouts y toda la ciudad de Belén dieron la bienvenida al patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, en su entrada solemne en Nochebuena.
En el primer domingo de Adviento, el custodio de Tierra Santa cruzó la puerta del muro de separación, que es testimonio silencioso de largos años de sufrimiento en la tierra donde nació el Príncipe de la Paz: Belén.