Es como si el tiempo se hubiera detenido en aquella noche del 6 al 7 de agosto de 2014, cuando más de 120.000 cristianos de la llanura de Nínive, en Iraq, fueron obligados a abandonar sus casas. La furia devastadora del ISIS... escapar era la única solución. Cinco años después, Abu Mariam, originario de la zona de Mosul, nos acoge entre los muros de la que solo exteriormente parece una casa en Amán, en Jordania. Entre sus manos, un teléfono móvil. Es todo lo que le queda de una vida entera. RAKAN BOULOS NEJMAN “ABU MARIAM” Refugiado iraquí en Jordania “Perdí mi casa en Iraq, la casa donde había vivido desde la infancia. La dejé una noche... no me esperaba lo que sucedió.” Un destello en los ojos al explicar un dolor que no muestra signos de desaparecer: RAKAN BOULOS NEJMAN “ABU MARIAM” Refugiado iraquí en Jordania “Cuando liberaron la zona de la que provengo, mi corazón exultó por mi país. Le dije a mi mujer que quería ver nuestra casa y que si las cosas iban bien, nos reuniríamos allí. Volví después de tres días de espera. Cuando llegué, encontré mi casa... quemada. El trabajo de una vida desapareció en 5 minutos. Ya no tenía un sitio, tenía que buscar uno nuevo, seguro, para mi familia.” Recuerdos imborrables y la expectativa de un futuro aún por construir. Este es el doble rostro de los refugiados: Esperanza y desesperación, felicidad mezclada con la rabia por las heridas provocadas por años de guerra. NADA NEJMAN Refugiada iraquí en Jordania “Desde que llegamos aquí, no soy feliz. Siempre quise volver a Iraq, a mi casa, a mi familia, pero el futuro de mis hijas es más importante. Sé bien que las condiciones en el país no son positivas: No hay agua, electricidad y todavía hay milicianos por todo. No quiero que mis hijas vivan lo que he vivido yo: 8 años de guerra con Iraq, la guerra con Kuwait, el embargo y la caída.” Según datos de la Agencia ONU para los Derechos Humanos, hay unos 70.000 refugiados iraquíes registrados en Jordania. Sin permiso de trabajo, de educación para los hijos, la única ayuda a las familias cristianas llega de la Iglesia... Año a la espera de ese pequeño milagro: Un visado para una nueva vida. NADA NEJMAN Refugiada iraquí en Jordania “Esperamos tener un destino mejor. Lo más importante es el futuro y la seguridad de mis hijas. El dolor de las jóvenes Yazidi... Es difícil si lo pienso. Por eso quiero ir a un lugar seguro.” Escapamos sin nada, solo con los documentos, nos explica la pareja. Lo poco que tenemos lo daremos a quien lo necesite cuando dejemos Jordania. Cosas materiales no tienen muchas, pero el corazón está lleno de la fuerza del amor y la fe. RAKAN BOULOS NEJMAN “ABU MARIAM” Refugiado iraquí en Jordania “No he perdido la fe en Dios. Dios siempre está con nosotros. Tengo una fe fuerte y no tengo miedo. La vida continúa.” Read More