El valioso relicario de los 11 mártires de Damasco, regalado al Papa Pío XI por la Postulación General para la Causa de los Santos de la Orden de Frailes Menores, se puede apreciar en su belleza y significado en esta obra rica en detalles. Con una altura de 66 centímetros y un diámetro de 29 centímetros, se asemeja a un dosel, con cuatro arcos que sostienen la cúpula y en cuya base se encuentra la inscripción en latín: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia". En lo alto de la cúpula, una linterna con diez columnas alberga un pequeño cáliz con una forma. Cuatro medallones con el monograma del nombre de Jesús, María y la Cruz de Jerusalén decoran el exterior. Una gran estrella central de seis puntas y cuatro rosetones decoran el interior. El centro del relicario tiene la forma de una custodia que se exhibe en el altar. Cada detalle recuerda la fe de los mártires en la Eucaristía, que los consoló en el momento del martirio. Enfrente: la Basílica de San Pedro y dos inscripciones. A la derecha la escena de la Natividad, a la izquierda la Resurrección y detrás un panel decorativo. La sensibilidad del artista ha constituido el centro del relicario donde se encuentra la reliquia de los futuros santos mártires, con rayos triunfales, rodeados de ángeles orantes; un escudo nobiliario con el Sagrado Corazón; un serafín; la paloma del Espíritu Santo y, finalmente, la Cruz. En la parte trasera, una delicada puerta permite el acceso a la reliquia. Este patrimonio se encuentra en la Lipsanoteca Vaticana y es uno de los más valiosos, en términos de diseño y acabados, regalados a los papas a lo largo de los siglos. Read More