Damasco, Alepo, Latakia: la visita de Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, a Siria ha durado diez días. En sus palabras, el cálido encuentro con los frailes que atienden a las personas que han sufrido el terremoto y las heridas que ha dejado el susto en el paisaje y en las personas.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
He encontrado una realidad muy tocada, porque 12 años de guerra habían golpeado duramente a Siria y diría especialmente algunas zonas de Siria. Allí donde estamos, está claro que la guerra ha golpeado muy duro a Alepo. La parte de la ciudad que ya había sido golpeada por los bombardeos ahora es un montón de escombros. Y me atrevo a decir que algo peor también ha pasado en los pueblos del Valle del Orontes, porque allí las estructuras habían resistido la guerra: Knayeh, Yacoubieh… el terremoto derribó las casas, dañó mucho la iglesia y el convento de Yacoubieh y también causó graves daños a la iglesia en el convento de Knayeh.
Mucha gente todavía está en tiendas de campaña. Frailes y voluntarios continúan su labor solidaria con todos los necesitados que llaman a su puerta.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
Gracias a Dios el clima ha mejorado un poco últimamente, pero el terremoto se produjo a principios de febrero, hacía frío. En Latakia los daños fueron sobre todo en el campanario, así como en Alepo, en lo que a nuestros edificios se refiere. Lo que he visto en cambio, más allá de la destrucción, es el gran trabajo de acogida que realizan los frailes de la Custodia, porque en el momento de la emergencia, por tanto en las primeras semanas, en el Colegio Tierra Santa de Alepo llegaron a acoger hasta 6.000 personas, disponiéndolas de la mejor manera posible, un colchón, una manta, lo que fuera posible…, una comida caliente. Atención a todos: cristianos y también musulmanes. Y yo diría que esto también tuvo como consecuencia que la ayuda llegara también de otros cristianos y también de musulmanes. Paradójicamente, el mayor desafío no es de naturaleza material: porque el mayor desafío es vencer el miedo.
Fr. Patton, como custodio, es el ministro provincial, es decir, el superior, de los Frailes Menores que viven en todos los lugares donde está presente la Custodia de Tierra Santa, incluida Siria. Su mirada lleva los rostros de todos “sus” frailes.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
Y los frailes en este tiempo también han hecho —diría yo— un trabajo de consolación, de tranquilidad. Han trabajado duro, no solo para asegurar algo material, sino también para tranquilizar a la gente.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
He expresado claramente mi cercanía para con los frailes, porque creo que si están en un contexto peligroso, difícil, exigente, recibir la visita de un administrador, de un ministro es algo que anima. Les he expresado explícitamente mi agradecimiento, pero también mi agradecimiento al Señor, porque me alegra ver que los frailes viven como frailes, es decir, que los frailes hacen lo que el Señor nos pide en el Evangelio y lo que San Francisco nos ha indicado: Que por un lado traten de vivir en fraternidad incluso en estos contextos tan difíciles y por el otro traten de ser, como nos dijo San Francisco, "sujetos y súbditos de toda criatura humana fuera por amor a Dios, al servicio de todos por amor a Dios".
Para Fr. Patton, una vez que la emergencia haya pasado, debemos pensar en reconstruir y ayudar a las personas a seguir viviendo donde el terremoto también ha dañado sus negocios.
A pocos días de la Semana Santa, el Custodio también lanza un llamamiento para la Colecta del Viernes Santo, cuyos fondos se pueden utilizar para este tipo de emergencias:
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
El Viernes Santo debe ser un momento en el que todos los cristianos del mundo se sientan motivados a la solidaridad. Y sabiendo que lo que se nos da a través de la Colecta de Tierra Santa lo usamos para las obras a las que está conectada la Colecta, es decir, tanto para el mantenimiento de los Lugares Santos como para permitir que los cristianos locales y los peregrinos de todo el mundo hagan la experiencia del quinto evangelio, rl encuentro con los Santos Lugares y la renovación de la propia fe. Y además la colecta sirve naturalmente para apoyar las actividades pastorales: estas parroquias también están dispersas en Oriente Medio. Ciertamente, también para apoyar obras sociales (como escuelas, residencias de ancianos). Y luego apoyar las emergencias. Y el terremoto es ciertamente una emergencia. La guerra es ciertamente una emergencia. Los refugiados y los migrantes son ciertamente también una emergencia, pero son esas formas de emergencia que ahora son más o menos estables, por lo que forman parte de lo que también es nuestro compromiso diario y anual.
La apertura del año académico de la STJ y el SBF con la celebración solemne en la Iglesia de San Salvador en Jerusalén. Un año especial por el Centenario del Studium Biblicum Franciscanum.
En palabras de Fr. Massimo Fusarelli, ministro general de la Orden de los Frailes Menores y Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, conocemos los desafíos de la misión en Siria. Una comunidad marcada por la guerra y el último terremoto.
125 jóvenes participaron en la IX Marcha Franciscana en Siria. Con el título "Tu palabra está en mi corazón", los jóvenes sirios buscaron la palabra de Dios para convertirla en la "luz" que guíe sus vidas.
La Custodia de Tierra Santa celebró la fiesta de los arcángeles en el pueblo abandonado de Al-Mujaydel. Una oportunidad este año para celebrar el 120º aniversario de la fundación del Santuario.